Saria
es una terraza fluvial de la Ría del Oria, típico polder desecado para
uso agrícola. El Gobierno Vasco compró la finca con el fin de
restaurarla como humedal, y aquí empezó el dilema: ¿qué tipo de
restauración sería el más adecuado?.
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Saria |
Una
laguna dulceacuícola con paseo circular sería la opción más vendible:
este tipo de intervención mantiene una lamina permanente de agua muy
atractiva para fochas, azulones y gallinetas, pero la experiencia nos
indica que crean muchos problemas de eutrofización y colonización por
parte de especies invasoras (cangrejo americano, tortuga de florida,
coipú, rata almizclera, etc.).
Otra posibilidad era la de crear una laguna salitrosa de inundación permanente con anillo de carrizo, esta opción es muy interesante para unas especies concretas de aves (carricero tordal, rascones, etc.) sería una opción interesante pero alejada de lo natural, eliminaríamos una antropización por otra.
Al final se ha optado por la decisión más natural, la reversión de toda la superficie en una playa intermareal con vegetación marismeña, volver a lo primigenio.
La mayoría de los contribuyentes no entenderán la intervención: "¿Como se puede gastar tanto dinero público en comprar un terreno para inundarlo?" La respuesta es sencilla, aquello inundado es más productivo que desecado.
Los
salmones, reos, sábalos, anguilas, lubinas, etc. necesitan unos ríos no
urbanizados para su reproducción, una ría natural es un atractivo para
el turismo verde, se reduce las posible afección de inevitables
inundaciones, la función de sumidero de CO2, turismo ornitológico, etc.
En resumidas cuentas, el Ayuntamiento de Usurbil, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Gobierno Vasco, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Itsas Enara Ornitología Elkartea y Haritzalde, han hecho posible la recuperación de 7 hectáreas de superficie intermareal.
El 20 de septiembre, media docena de agachadizas comunes (Gallinago gallinago), inauguraban el lugar.